Dulces divinos para pagar la luz | Las Provincias

2022-09-02 17:37:56 By : Mr. sealock sealock

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Entrada del convento leonés donde las monjas se afanan en hacer dulces para abonar la luz. A. G. B.

De la necesidad, virtud y de una herencia repostera casi milenaria, una oportunidad para reinventarse. Las madres concepcionistas franciscanas de León guardan entre los muros de su convento un tesoro dulce a disposición de paisanos y turistas y ya al alcance de cualquiera que cuente con un teléfono móvil. Las doce monjas que forman esta congregación con casi 500 años de historia pasan su día entre los fogones del monasterio, el primitivo palacio de doña Leonor de Quiñones. Sus manos son capaces de elaborar más de una veintena de recetas dulces, desde las más tradicionales pastas hasta mordiscos más novedosos que hacen las delicias de todo aquel que, mediante llamada o guasap, haga su pedido.

Una iniciativa que nacía motivada por la subida de los precios de la energía y la necesidad de incrementar los fondos para la congregación. «Necesitábamos ingresos y se nos ocurrió que podíamos empezar a elaborar estos dulces tan tradicionales y que tanto gustan en una tierra tan dulce como León», explica la abadesa, María Nury Vélez.

La idea ha arraigado con colas de curiosos que se dejan ver a las puertas del convento en pleno Camino de Santiago a su paso por la capital leonesa y que las religiosas, entre las que se encuentran seis españolas, cuatro colombianas y dos kenianas, reciben con los brazos abiertos. Y es que León es «una tierra donde siempre ha gustado mucho el dulce» y que desde el primer momento se ha volcado con la llamada de las sores. Como explica la abadesa, desde el inicio de «la aventura» el trabajo «no ha parado de crecer».

«Hacemos por encargo, en pocas cantidades para que el producto siempre sea fresco y conserve esa autenticidad que tanto gusta», apunta la hermana María Nury, que cuenta que uno de los secretos del éxito es apostar «por la excelente materia prima que hay en esta provincia y que hace que todo sepa especial».

Entre los productos que elaboran, destaca la tarta del Reino de León, «un dulce hecho solo con harina de avellana que encanta tanto a la gente de aquí como a los turistas que la prueban por primera vez», y los tradicionales almendrados, que son sinónimo de «triunfo» en el paladar.

Además de las típicas pastas elaboradas con la ayuda de su maestro y profesor, el repostero Alberto Pérez Prada, quien desde el primer momento ha formado a las religiosas, las concepcionistas han incorporado las empanadas a su repertorio gastronómico.

La acogida no ha podido ser mejor. Los clientes «vienen buscando ese sabor tradicional y con la seguridad de que cuenta con el mejor producto: el cariño con el que hacemos cada receta», dice orgullosa la abadesa. Eternamente agradecidas por la ayuda que están recibiendo para superar una situación difícil, las madres dedican buena parte de sus oraciones a rezar por el inmediato fin de la guerra, casi un milagro que sí abarataría la luz.